Los CDS tienen relación con los seguros, pero también tienen diferencias importantes. En primer lugar existe en forma tangible el bien asegurado (una casa, una persona,…). En el caso de la cobertura de los CDS, no existe nada tangible, excepto los papeles. Otra característica importante es que los roles de comprador y el vendedor pueden ser intercambiables. El vendedor de CDS (usualmente un banco) transa el CDS con un inversionista, aunque el banco también puede tomar el rol de inversionista y asegurar la operación con otro banco. De esta forma se produce una clonación de aseguramientos donde no existe nada tangible, solo papeles.
Los contratos de CDS han sido comparados con los seguros porque el comprador paga una prima y a cambio recibe una cantidad de dinero si el evento de impago especificado en el contrato se produce. Sin embargo, hay diferencias importantes con los seguros de las cuales hay que destacar:
- El vendedor no requiere ningún tipo de regulación.
- El vendedor no está obligado a mantener ningún tipo de reserva para pagar a los compradores.
Junto a paquetes de grandes inversiones como los Mortgage Backed Security, otra parte de las operaciones se hace con los bonos de deuda de los países. El inversionista compra bonos de deuda por los que puede recibir 50 puntos base y además los asegura vía CDS, en caso de que el país caiga en un impago de deuda.
En las inversiones vía CDS el inversionista siempre gana porque está doblemente asegurado, pero esto hace que se eleve el costo del seguro de impago. Debido a esto parte de los incrementos de la tasa de interés de los rendimientos de deuda soberana, son resultado de la especulación que llevan a cabo los inversionistas al adquirir las permutas de incumplimiento crediticio (CDS). Esta presión por asegurarse del riesgo de impago, presiona al alza el costo de la colocación de bonos, como puede apreciarse en la gráfica superior.
Los CDS se han empleado desde 1990 y fueron establecidos como un aseguramiento para las grandes corporaciones petroleras tras el derrame del Exxon Valdez, en 1989. Su facilidad de empleo y la inexistencia de regulación lo convirtieron en el más popular de los instrumentos en el mercado de derivados. Sin embargo, durante los 10 primeros años pasaron desapercibidos. El despegue de los CDS, como muestra la gráfica de The New York Times , se produce el año 2003, en una forma tan acelerada que al año 2007 alcanzó la suma de 45.500.000.000.000 dólares, superando con creces las alternativas tradicionales. En el año 2008 se alcanzó su nivel máximo: 65 billones de dólares.
Estos derivados de incumplimiento crediticio, forman un mercado grande pero oscuro y es lo que se ha dado en llamar el “mercado en las sombras”.
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